El turismo ha sido siempre un baluarte para una economía con las características de la española. Y no es para menos. Nuestro país tiene todos los elementos para triunfar en este sentido: tiene una ubicación geográfica exquisita debido a que la temperatura y las costas son envidiables, tenemos una Historia que para sí la quisieran muchos países, unos personajes históricos en artes como la música, la literatura o la arquitectura que son una referencia mundial y unas montañas que, incluso, son referencia entre los alpinistas más experimentados del mundo. No cabe la menor duda de que, con estos mimbres, España bien merece ser visitada.