La llegada de la pandemia a nuestro país en el mes de marzo de 2020 supuso un cambio en muchos sentidos. El primero de todos, por supuesto, estuvo relacionado directamente con la sanidad, que se vio desbordada y obligada a contratar a muchas más personas para poder atender todos los casos de coronavirus que se iban generando en el interior de nuestras fronteras. Después, tuvimos que hacer frente a un problema como el de la economía, que corría el riesgo de soterrar los ahorros y las esperanzas de ir miles y miles de familias españolas. Finalmente, ha habido un determinado tipo de cambios que ya se estaban produciendo antes de la pandemia pero que se han acentuado gracias a ella:
- El auge del comercio electrónico. Mucha gente lleva bastante tiempo comprando desde casa pero, con la llegada del coronavirus, este grupo de gente se ha multiplicado. Hoy en día, más gente que en ningún otro momento hace sus compras por Internet.
- También se ha implementado el teletrabajo en muchas empresas, algo que también existía antes pero que no era demasiado compartido todavía. Ahora sí que estamos hablando de una fórmula bastante asentada y que muchas personas trabajadoras valoran. Y precisamente es de este teletrabajo del que vamos a hablar en los párrafos que siguen.
Desde que el coronavirus se fue controlando y la vacuna llegó a más gente, las empresas tuvieron que valorar cuál era el modelo de trabajo que iban a implementar de cara al futuro. Sobre la mesa había varias opciones: la de continuar teletrabajando, la de hacer un modelo mixto (con sus consiguientes submodelos, claro) y la de volver al trabajo presencial por completo. En líneas generales, lo que hicieron muchos negocios fue establecer el sistema mixto y darle la opción a su gente de que trabajara desde casa al menos dos o tres días a la semana. Seguro que tenéis alguien cercano a vosotros y vosotras que sigue este sistema. Es posible que seáis quienes estáis leyendo estas líneas los que tengan un sistema como el que hemos descrito. A día de hoy, es bastante habitual.
Según una noticia que fue publicada en la página web de Navarra Televisión, el teletrabajo gusta cada vez más. Dicen en dicha información que el 35% de la población ocupada de esta comunidad autónoma teletrabaja y que el teletrabajo está cada vez mejor valorado tanto por parte de las empresas como por parte de las personas que trabajan. No cabe la menor duda de que esto nos quiere decir algo, nos indica que la situación en general está cambiando y que la mentalidad de las personas también lo está haciendo. Este es, sin duda, uno de los cambios más importantes de todos los que se vienen generando en nuestra sociedad en los últimos años.
¿Por qué son cada vez más los defensores del teletrabajo? Es lo que viene a responder una información publicada en la página web de El Confidencial y que os enlazamos a continuación. Los principales beneficios que se asocian a esta materia tienen que ver con el uso de un menor tiempo para desplazarse, la existencia de una menor micro gestión, la disposición de más tiempo libre, la consecución de un mayor equilibrio entre la vida personal y la profesional y la existencia de una menor contaminación, derivada del menor uso de vehículos para que la gente llegue cada día a su puesto de trabajo. Como veis, el teletrabajo puede ayudar en mucho a nuestra sociedad y a las personas que la componen.
No queremos perder la oportunidad de compartir con vosotros y vosotras otro de los beneficios que debemos nosotros al teletrabajo, que no es otra cosa que la existencia de una menor migración que hiciera que todavía más zonas de nuestro país se despoblaran. Con el teletrabajo, existe la posibilidad de que muchas personas trabajen para empresas de Madrid, Barcelona o cualquier otra ciudad desde su pueblo, no teniendo la necesidad de tener que marcharse del mismo con todo lo que ello conlleva y con todos los cambios y problemas demográficos que se generan (el abandono de zonas y la masificación de otras, que también es algo que presenta una buena nómina de problemas).
Pero… ¿Qué es lo que va a pasar en el futuro con el teletrabajo? ¿En qué están pensando las empresas? Pues bien… tenemos la sensación de que las empresas están pensando en un futuro en el que el modelo de teletrabajo escogido va a ser el completo. El motivo, como en tantas otras ocasiones, es económico. Cuando disponemos de una plantilla que está teletrabajando desde casa el 100% del tiempo, no tenemos la necesidad de pagar por una ubicación para nuestras oficinas. Siendo este uno de los gastos más importantes que tienen las empresas a día de hoy, no nos resulta extraño en absoluto que se esté apostando por el teletrabajo completo.
Teletrabajar es ya algo normal y ha venido hasta nuestros días para quedarse. Eso ha tenido una serie de ventajas para las empresas, que ahora ya no van a tener que pagar altos costes por el alquiler de unas oficinas. Sin embargo, también plantea algunos retos con los que tenemos que cumplir sí o sí. Y es que, como sabéis, a veces es necesario vernos. Aunque teletrabajemos de manera habitual, una reunión física es necesaria muchas veces para concretar cosas, hacer equipo y, en definitiva, para terminar de conocerse. En Mitre Workspace, una entidad que se dedica al alquiler de espacios como salas de reuniones, han venido observando cómo este tipo de servicios son más necesarios ahora para las empresas que, en muchos casos, han dejado de tener ubicación propia para instaurar el teletrabajo pero que siguen necesitando en determinados momentos reunir a sus miembros de manera presencial.
¿Qué es más eficiente?
Hay muchas maneras de enfocar un asunto como del que estamos hablando desde el punto de vista de la eficiencia. Es verdad que, tradicionalmente, los responsables de las empresas han tendido a pensar que era mejor tener bien cerca a las personas que trabajaban para ellos por el hecho de que estas se sentían observadas. Tiene su parte de lógica esto que estamos hablando, pero todos los estudios que se han venido realizando al respecto de este tema por profesionales de diversos ámbitos demuestran que la eficiencia se puede conseguir de igual manera a través del teletrabajo. Por eso son cada día más las empresas que apuestan por ello.
Veamos, ¿Cuáles pueden ser las razones por las cuales una persona puede ser más eficiente trabajando desde casa que haciéndolo desde la oficina? Lo cierto es que hay varias y queremos exponerlas.
- Al trabajar desde casa, ganamos en comodidad. Conocemos todos los espacios y sabemos cómo sentirnos cómodos y cómodas con todos y cada uno de ellos. Y la comodidad es sinónimo de eficiencia en todos los casos.
- También ganamos en ahorro de esfuerzos. Al no desplazarnos hasta una oficina, físicamente nos encontramos mucho mejor cuando empezamos a trabajar. Un viaje andando o en coche puede resultar agotador, especialmente si las condiciones climáticas no son las mejores. Por si fuera poco, trabajar desde casa hace que aumentemos nuestras horas de sueño, algo muy necesario para rendir como se espera de cada uno y cada una.
- No hay ruidos externos a nosotros que nos puedan despistar. Estar en una oficina equivale a escuchar muchas conversaciones que, aunque no nos interesan en la mayoría de los casos, sí que nos pueden despistar. Trabajando en casa, nos ahorramos eso, que no es poco.
- Es más fácil conciliar la vida laboral con la familiar, lo cual redunda en algo tan importante para la eficiencia como lo es la motivación. Sin motivación, es imposible que seamos personas eficientes y que cumplamos con los objetivos que nos han sido impuestos por parte de nuestro director o directora o por parte del responsable de nuestra empresa.
Por todos los motivos que hemos expuesto anteriormente, creemos que trabajar desde casa va a ser algo que todo el mundo considere eficiente. Los resultados que vayan obteniendo las empresas gracias a su personal así lo van a evidenciar. Y es que no puede haber un lugar en el que estemos mejor que en casa. Es curioso que una situación como la del coronavirus provocara un cambio de paradigma que va a mejorar a las empresas, convirtiéndolas en entidades todavía más competitivas y que muestran una mayor capacidad de resistir a un entorno que muchas veces es complicado pero al que se terminan sobreponiendo en un gran volumen de ocasiones.
Para las empresas, esta situación es un ‘win-win’. Por un lado, hacen que sus trabajadores y trabajadoras cumplan con los objetivos que se les han asignado. Y, por el otro, consiguen que el coste fijo al que estaban sometidas con el pago mensual de un alquiler (o incluso la compra de un edificio). Por eso, el teletrabajo tiene motivos más que de sobra para asentarse en la sociedad y seguir creciendo como nunca antes nos habíamos podido imaginar.