Quizás es una palabra que en la sociedad actual cada vez que use menos, pero es cierto que tiene que estar siempre presente. Valores. Según la RAE, “un valor es una cualidad de un sujeto o un objeto. Los valores son agregados a las características físicas o psicológicas, tangibles del objeto; es decir, son atribuidos al objeto por un individuo o un grupo social, modificando -a partir de esa atribución- su comportamiento y actitudes hacia el objeto en cuestión. El valor es una cualidad que confiere a las cosas, hechos o personas una estimación, ya sea negativa o positiva”.
En el mundo empresarial también hay que rodearse de valores. Los valores empresariales más importantes son aquellos aspectos del comportamiento de una empresa con sus clientes, proveedores e incluso con la competencia, que marcan su línea de actuación y sus principios éticos. Te vamos a mostrar una serie de valores que tienen que estar presentes en tu empresa.
Respeto
Para que los empleados se sientan a gusto y estén motivados una empresa tiene que tratarles con respeto y ofrecer todas las facilidades posibles para el desempeño de su trabajo o para su crecimiento personal y laboral.
Transparencia
Una empresa tiene la obligación de ser honesta con sus clientes, proveedores y competencia, así como de mostrar una completa transparencia que se debe reflejar en la presentación de cuentas económicas periódicas y accesibles. La transparencia y la honestidad son imprescindibles para que una empresa pueda alcanzar una buena reputación. Lo de Hacienda somos todos, debe estar presente.
Confianza
Darla es recibirla. La confianza tiene que ver con la fe en la palabra empeñada y en los buenos deseos del otro, incluso cuando ello eventualmente signifique decepcionarse o enfrentar mayores autoexigencias.
Responsabilidad social
Toda empresa tiene una responsabilidad social para con la comunidad donde está ubicada. Toda empresa debería contribuir, de alguna manera, a mejorar las condiciones de vida en las zonas donde están establecidas, o a impulsar iniciativas que contribuyan positivamente a la vida de la comunidad. Esto se puede hacer con acciones sociales, con donaciones, participando en alguna acción contra el cáncer, etc,.
Autocritica
Todas las empresas deben realizar análisis periódicos que les permitan descubrir cuáles son sus fortalezas y debilidades, saber qué errores cometieron en el pasado y no deben volver a ocurrir. Uno de los grandes errores de las empresas es pensar que siempre tienen razón y su estrategia es la adecuada. Sin embargo, la autocrítica es capaz de detectar a tiempo errores que, a la larga, pueden salir muy caros.
Buenas herramientas
Un valor de una empresa también es tener las mejores herramientas para otorgarles a sus clientes. Por eso, una empresa siempre tiene que otorgar a sus trabajadores los programas para hacer más fácil su trabajo. Suministrar a los empleados el programa SAP puede hacer crecer tanto a la empresa como a los empleados.
Empático
Las personas son diferentes de las máquinas en varios aspectos, y uno de los más importantes son sus emociones. Las personas sienten, y si integramos la emocionalidad como uno de nuestros valores empresariales conseguiremos hacerles sentir. Esto contribuirá a que se unan a nosotros.
Lealtad
Si nos mostramos leales y fieles con nuestro equipo y nuestros clientes, ellos nos devolverán esa fidelidad. El impulso de reciprocidad está insertado en la naturaleza humana desde sus orígenes.
Sencillez
Apostar por lo simple, por lo fácil, por los procesos más manejables y sencillos que se puedan tener sin sacrificar el cumplimiento de los objetivos empresariales. En estos casos siempre menos es más. No hay que alardear de grandes acciones, ni aventurar grandes logros, porque hasta que no se ha agarrado una rama de árbol no se puede soltar la otra.
Trabajo en equipo
En tiempos de individualismo extremo, la gestión común y el trabajo en equipo se convierten en un valor altamente demandado, que sirve para ejercer la tolerancia, el respeto y la consideración.
Un conjunto de valores bien definidos será clave para transmitir al equipo las expectativas éticas y profesionales que la empresa espera de ellos como individuos, y operarán como una forma de educación empresarial dentro de la misma. A fin de cuentas, una organización tiene el espíritu de quienes trabajen en ella.
Unas valores que siempre tienen que estar presentes en nuestra sociedad, y que desgraciadamente cada vez van desapareciendo. Son muchos los jóvenes que van perdiendo su empatía hacia los mayores y eso no puede pasar. Unos valores que luego se tendrán que pasar a la empresa.