Si piensas en coches eléctricos, es probable que te venga a la mente la palabra “futuro” ¿verdad? Y es que, los coches eléctricos parecían cosa de un futuro muy lejano no hace tantos años, sin embargo ¡aquí están! Aunque por desgracia, no están dando el resultado que se esperaba.
La sociedad ha acogido con cariño e ilusión la implementación de estos coches, aunque desafortunadamente no está siendo tan bien recibida como se esperaba a causa de varios problemas que cada vez acentúan más la caída de sus ventas.
¿Qué está ocurriendo entonces con los coches eléctricos? ¿Por qué no están cumpliendo las expectativas de un “futuro prometedor” que esperaban?
Lo veremos a continuación.
Lo que se espera de un coche eléctrico.
Los coches son el medio de transporte estrella por excelencia de las personas desde hace ya más de 100 años; afortunadamente, esto ha causado grandes avances en la vida de las personas, aunque por desgracia, también ha causado problemas que hoy día sufrimos, como la contaminación que emiten el gran volumen de coches que existen hoy día y que además siguen en circulación.
Ante esta situación, los coches eléctricos son sin duda una buena opción contra la contaminación, ya que presentan ventajas muy notables para el medio ambiente como la emisión 0 de gases contaminantes ¡ya que son eléctricos! Esto significa que no necesitan gasolina para moverse y, por tanto, son mucho más saludables para el planeta. Con tal solo instalar un punto de carga siguiendo las instrucciones que nos da García Guirado, podremos recargar nuestro vehículo sin necesidad de echar gasolina constantemente.
Por si fuera poco, el compromiso por hacer este planeta un lugar mejor no es lo único que los ubica como un “coche del futuro”, ya que su peculiaridad de coche eléctrico también presenta las siguientes ventajas:
- Menor ruido y mantenimiento.
Son más silenciosos y requieren menos mantenimiento que los coches tradicionales, ya que tienen menos partes móviles y no necesitan cambios de aceite frecuentes.
- Mayor autonomía.
Las mejoras en las baterías permiten que los coches eléctricos tengan mayor autonomía entre recargas, facilitando viajes más largos y prácticos para los conductores.
- Impacto positivo en la salud.
Al reducir la contaminación, contribuyen a mejorar la salud pública tras disminuir los problemas respiratorios y cardiovasculares relacionados con el aire contaminado.
- Mejor experiencia de conducción.
Los coches eléctricos ofrecen una aceleración más rápida y suave, un centro de gravedad más bajo gracias a la ubicación de las baterías, y una conducción más cómoda y silenciosa en general, lo cual mejora notablemente la experiencia de conducción.
Motivos por los que está cayendo su venta.
A pesar de que los puntos anteriores se cumplen en la mayoría de coches eléctricos, existen ciertas causas que están favoreciendo que caiga su venta al contrario de lo que se esperaba:
- El calor.
A diferencia de los coches convencionales, los coches eléctricos han mostrado un menor aguante al calor, lo cual los hace extremadamente vulnerables durante las olas de calor.
Al pasar calor, sus baterías pueden sobrecalentarse, reduciendo así la autonomía del coche y limitando al conductor a desplazarse en un menor recorrido en comparación a cómo lo haría si éstas funcionaran al 100%.
Se esperaba que estos coches aguantaran mejor al calor, y quizá esta es una de las causas principales por las cuales las personas se sienten inseguras y decepcionadas ante la idea de adquirir un coche eléctrico.
- El precio.
El alto precio por la adquisición de un coche eléctrico es otro factor que causa rechazo en las personas. Su precio está percibido como “demasiado caro”, y las ayudas económicas que se estaban facilitando derivadas del plan MOVE III, no son suficientes, ya que no dan para todo el mundo.
Comprarse un coche no es algo sencillo; requiere de muchos requisitos, y el precio es uno de los que más limita a las personas. Si además de ser caro, también presenta problemas técnicos y de adaptación como los que hemos mencionado anteriormente, lo más lógico es que las personas sientan inseguridad a la hora de adquirir uno, lo cual acaba limitando su venta.
- La procedencia.
Por último, aunque pueda parecer poco relevante, la procedencia hace mucho.
La mayoría de los coches eléctricos provienen de China, lo cual provoca el mismo efecto de desconfianza que el que causan los smartphones de procedencia extranjera; las personas relacionan su origen con dificultades para adaptarse al modelo de coche, y a la incapacidad de resolver problemas de forma sencilla, además de sentir desconfianza por estar adquiriendo un producto caro fuera de su país.