La importancia de la Salud Bucal es evidente. Todos sabemos que la sonrisa, no solo los ojos, son una de las cartas de presentación hacia el resto de personas y al mundo en general. Mediante ellos se puede ver cómo nos encontramos en cuanto a salud, estado de ánimo y con los demás utilizando el lenguaje.
La salud es fundamental y más en la boca
Algo que se debe tener en mente es que la salud bucodental no se va a limitar en una función meramente estética. La boca, cuando se tienen los dientes saludables, es posible hacer una serie de funciones a nivel vital, una buena parte de ellas en el orden biológico, caso de masticar y deglutir, que se producen cuando se comienza con la digestión, además de otras de índole social, como es la fonación y la sonrisa.
Cuando se desglosa la función en lo estético con la que cuenta la salud oral, hay que ver que los dientes, con independencia de que estén sanos o no, van a influir de manera decisiva sobre nuestra propia autoestima, así como la capacidad para poder comunicarse con las otras personas de manera fluida y capaz, así como a desenvolvernos en lo social.
Si hablamos de la funcionalidad, hay que saber que la boca como tal hace posible que nos comuniquemos, con una buena pronunciación de las palabras, así como a que a la hora de la digestión, podamos masticando ir realizando el denominado bolo alimenticio e ir deglutiendo los alimentos.
Cuando nos fijamos en los ancianos que han terminado perdiendo un buen número de dientes y que no van a llevar una restauración protésica a nivel adecuado, viendo que la dieta suele verse afectada al no masticarse de forma efectiva.
En este sentido, por lo general, lo que deben hacer es tomar cartas en el asunto con una dieta que estará protagonizada por los productos líquidos, o blanda mediante triturados, algo que tiene una influencia negativa en cuanto a la calidad de vida.
Hay que saber que cuando tenemos una boca que no está sana como es debido, se puede llegar a tener halitosis, con mal aliento, lo que puede influir decisivamente en las redes sociales de la persona que se encuentre afectada, además de la propia interacción con los demás, lo mismo que la autoestima.
Todo esto deja claro que si se cuida el cuerpo con cuidado, hay que extender este tipo de cuidados a la boca, donde es posible cepillarse de forma adecuada del orden de tres veces diariamente, o incluso más, con una dieta equilibrada, usando seda dental, así como asistiendo a las revisiones con los odontólogos de forma periódica para que se detecte de forma precoz a los problemas que puedan producirse.
Las clínicas también deben de ayudar a superar el miedo al dentista
Con frecuencia suele haber miedo al dentista, algo que suele producirse más de lo que creemos. Igualmente, es normal que se pueda tener miedo al odontólogo. Todo ello es bastante más común de lo que se cree. Si se confía en los dentistas y su profesionalidad, hay que pensar en que ese miedo puede suceder sin que haya razones, de tal forma que se pueden hacer acciones a las que nos van a ayudar a poder superar dicho miedo.
Una de ellas es la que el dentista tiene que ser comprensivo, donde los hay que pueden estar especializados en los pacientes que tienen problemas de ansiedad. Lo primero que hay que hacer antes de ir a una cita es visitar la clínica, lo cuál va a servir para familiarizarse con el ambiente y que crezca la confianza.
Algo que puede ser interesante es pedir cita en las primeras horas de la mañana. Todo ello va a valer para que no se acumule la ansiedad durante el día. Además es mejor no llegar antes de la hora indicada, lo que nos va a ahorrar estrés.
Resumiendo, como nos dicen los especialistas de Gabel Dental, tener un dentista de confianza es fundamental cuando queremos tener una buena salud, de tal forma que podemos acudir a la consulta de tal manera que se pueda cuidar la salud y nunca ver como un sacrificio que hacen los pacientes por sus propios dientes. Todo ello es importante cuando se quiere asumir que la salud de nuestros dientes es cosa de nosotros mismos.
En los tiempos que vivimos, las personas han ido cambiando sus concepciones sobre ir al dentista y ahora parece que se piensa más en los beneficios y no en los dolores o miedos, los cuáles muchas veces son culpables de que no acudamos tanto como deberíamos a nuestras pertinentes revisiones dentales.