Antes de pensar en las virtudes e inconvenientes, hay que pensar en que hay varias opciones. Pese a que hay muchas clases y estilos de alojamiento, normalmente se pueden clasificar en residencias universitarias, colegios mayores o pisos compartidos.
Muchos de ellos piensan cuál es la diferencia entre una residencia universitaria y un colegio mayor. El caso es que hay gente que usa las dos palabras por igual, pero lo cierto es que se puede distinguir entre ambas. Hablaremos ahora de las dos:
Residencias Universitarias
Se puede pensar que las residencias universitarias son una especie de hotel para los estudiantes, pues se pude dormir y comer allí, ya que realmente son de pensión completa. En el caso de que se tenga que lavar la ropa, existe una sala de lavadoras, pudiendo haber hasta un servicio de lavandería en los que si se deja una bolsa de ropa sucia y te van a devolver la ropa limpia y planchada.
En este sentido, puede varar mucho la calidad de las habitaciones y de las instalaciones, desde el palacio real a una de lo más humilde, pero si que es cierto que hay que mantenerse caliente y seco cuando llueve. Suelen tener buenos y variados servicios, lo que es muy de valorar.
Colegios Mayores
Los colegios mayores son casi como una residencia universitaria, eso sí, con una diferencia importante. Una residencia de estudiantes lo que hace es dar un lugar al estudiante donde estudiar, vivir, comer o ver la televisión. Los colegios mayores se preocupan por dar una formación cultural y también moral, la cual llega a complementar los conocimientos que ya de por sí se adquieran en la carrera.
En el caso de que estés pensando que es un rollo, lo cierto es que pueden ser múltiples actividades, desde deporte, ciclos de cine, competiciones de carácter artístico, etc.
Estas actividades de las que hablamos, no solo están genial, además es que se hace bastante grupo. Solo tienes que hablar con estudiantes que vivan o hayan vivido en el pasado en un colegio mayor, también es cierto que muchos de ellos quieren de una manera especial a su colegio. Los hay que tienen bastantes momentos especiales.
Una vez que hemos dejado clara la diferencia existente entre las residencias y los colegios mayores, hay que tener en cuenta que no siempre el contraste es nítido, pues existen residencias que tienen ligeros rasgos de los colegios mayores y otros colegios mayores que no suelen tener tantas buenas instalaciones y se pueden parecer más a las residencias.
En este sentido, aunque uno tenga claro que uno quiera vivir por filosofía en una residencia, hay que decidirse por una y aquí no todo da igual. No existen las residencias y los colegios mayores.
En el caso de que desees aprovechar los años universitarios como máximo, es necesario gastar algo de energía documentándote sobre las residencias y los colegios, de tal forma que puedas saber en cuál de ellas vas a poder ser más feliz.
En el caso de que tu Universidad sea pequeña o tenga un campus aislado, siendo posible que no haya muchas opciones.
En el caso de que elijas una Universidad de gran tamaño en una ciudad importantes, el número de residencias que hay es bastante grande, solo decir que en Madrid hay más de 40 colegios mayores. Si uno se fija en cada uno de ellos, vas a descubrir que cada uno de ellos es distinto y te van a gustar unos más que otros, por lo que todo no es igual.
Los centros de apoyo al estudiante también son importantes, puesto que en muchas ocasiones, la nueva realidad de vivir sin tanto control puede ocasionar que el rendimiento pueda reducirse. En el Centro Universitario San Bernardo, que son especialistas en el acceso a la Universidad, creen que los alumnos y las familias cada vez están más concienciados en la importancia que tiene una buena academia, pues no todos los alumnos son iguales ni tienen las mismas necesidades.
Esperamos que después de este artículo tengas más claro en qué debemos fijarnos cuando queremos elegir una residencia o colegio mayor, así como las diferencias existentes entre ambos, que son más importantes de lo que pudiésemos pensar en un primer momento.
Está claro que además de nuestras preferencias también hay que tener claro las posibilidades a nivel económico, pues debe ser algo que se pueda pagar y adecuado a lo que se necesite, ni más ni menos. En las ciudades grandes la oferta es mayor, pero también tenemos que saber que suelen ser algo más caras.