Las playas han dejado de ser un mero destino turístico, que solo tenía vida los meses de verano, para convertirse en atractivas localizaciones residenciales donde llevar una vida cómoda durante todo el año. Con todos los servicios e infraestructuras necesarias para residir en ellas. Te comentamos cómo se vive en algunas de las playas más conocidas de España.
Nuestro país es un lugar idílico en el que retirarse. Eso lo saben bien los jubilados de algunos países europeos como Gran Bretaña o Alemania, que se han trasladado a España a vivir sus últimas décadas de vida. Aquí se han comprado viviendas, donde residen la mayor parte del año. Sus destinos preferidos son la costa. Ellos han contribuido a que algunas de nuestras playas tengan población estable durante todo el año.
Los españoles se han sumado a esta tendencia. Qué mejor lugar para vivir, cuando ya no tienes tantas preocupaciones, que un bonito enclave al lado del mar.
El desarrollo de las comunicaciones: carreteras, transporte público, etc., y fenómenos nuevos como el teletrabajo han facilitado que los residentes de las zonas playeras no sean únicamente jubilados. Si trabajas desde casa, lo único que necesitas es una buena conexión a internet. Si la tienes, te da igual vivir en el centro de la ciudad, que en una zona costera. Más aún, en una zona de playa es probable que ganes en calidad de vida.
Muchos profesionales, aun sin trabajar desde casa, viven al lado del mar. Cogiendo el coche, en unos minutos se plantan en su centro de trabajo. Yo que he vivido en la playa de Mallorca, te puedo decir que en invierno vives bastante tranquilo. En julio y agosto tienes un poco más de agobio con los turistas, pero siempre tienes al lado de casa, los servicios necesarios para vivir.
En esta lista que te he preparado, tienes playas de todo tipo. Algunas urbanas y otras más alejadas de las ciudades. Unas populares y otras de un poder adquisitivo más alto. Pero todas tienen población estable durante el año.
Cala Mayor (Palma de Mallorca).
Aunque no sea la más popular de las playas que te mencione, he querido empezar por ella porque es la que mejor conozco. En ella estuve viviendo durante un año. En esta playa se encuentra el Palacio de Marivent, la residencia de verano de los reyes.
A pesar de esta distinción, se trata de una playa bastante popular. Donde se mezcla una parte de población extranjera con otra de origen nacional. Si bien, está alejada del centro de Palma, cuentas con varios autobuses urbanos que te llevan al corazón de la ciudad, al cual accedes con tu propio coche en menos de 15 minutos.
Posé un centro comercial, Puerto Pi, un Centro de Atención Primaria (ambulatorio) y varios colegios cercanos. Todo ello con una red de tiendas, bares y restaurantes que abren, no cierran ningún mes. Al final de la playa tienes un coqueto puerto deportivo con bastante actividad.
San Juan (Alicante).
Si bien, la playa urbana de Alicante es el Postiguet, es la playa de San Juan la que siempre ha tenido la consideración de playa alicantina por excelencia. Es la más conocida, dentro y fuera del país, por las personas que no residen en la ciudad levantina.
Hace 30 años, la Playa de San Juan acaparaba gran parte de la oferta de ocio de Alicante durante los meses de verano. Los propios alicantinos se desplazaban hasta allí para salir de fiesta. Sin embargo, si la visitabas en invierno parecía un desierto.
La situación ha cambiado en las últimas décadas. Hoy la playa de San Juan tiene una población estable durante todo el año. Más aún, como señalan los agentes de Mar & Golf Homes, una agencia inmobiliaria que trabaja en la zona, gracias a proyectos como el Campo de Golf, se ha convertido en una ubicación especial para los que desean residir en viviendas de alto standing.
Con la ventaja de que Alicante es más económico que otras zonas de lujo, como la costa malagueña, y tiene los mismos, si no mejores servicios, en lo que se refiere a llevar una vida estable.
Hoy en San Juan tienes colegios, centros comerciales, centros de salud y hay quien opina que es el mejor barrio de Alicante para vivir.
La playa de la Concha (San Sebastián).
La playa de la Concha sí es una playa urbana. Vivir en ella es casi como vivir en el centro de San Sebastián. A pocos metros de la playa encuentras una gran cantidad de restaurantes y bares de pinchos, típicos del País Vasco, donde cada aperitivo es una auténtica obra de arte.
Tal y como señala el blog del Hotel Londres, ubicado en esta playa, la zona es un complejo monumental en sí mismo. Un lugar cargado de historia. Donde puedes ver, entre otros monumentos, el Palacio de Miramar, residencia de verano del rey Alfonso XIII, donde se declaró a la que sería su mujer, la reina María Eugenia, cuando solo tenía 19 años.
Caminando por el paseo marítimo te topas con el imponente edificio del Ayuntamiento de San Sebastián y con las instalaciones del Real Club Náutico. No muy lejos de allí se encuentra la catedral gótica del Buen Pastor.
Vivir en la Playa de la Concha no es precisamente barato. Tampoco es un destino típicamente de playa. Pero es uno de esos lugares más hermosos de España, con ese ambiente decimonónico que aún se respira en sus calles.
La Malvarrosa (Valencia).
La playa de la Malvarrosa de Valencia es otra playa urbana, pero muy diferente a la playa de la Concha. Si la playa de La Concha conserva un aire elitista, La Malvarrosa es profundamente popular. Pegada a los poblados marítimos, con barrios como el Cabañal, habitados tradicionalmente por pescadores y estibadores del puerto.
En los últimos años, la zona se ha puesto de moda. Sin llegar a los extremos de la Barceloneta, en Barcelona, empiezan a proliferar viviendas turísticas tipo Airbnb que según los vecinos están desnaturalizando el barrio.
Este fenómeno también ha hecho que se encarezca notablemente el precio de la vivienda, tanto para compra como para alquiler. Y que entre las tiendas de toda la vida, empiecen a aparecer otro tipo de establecimientos, más chic, pensados para los turistas.
Al final del paseo marítimo se ha creado una zona de ocio, algo exclusiva, que abre durante todo el año.
A pesar de todo esto, la Malvarrosa y los Poblados Marítimos siguen conservando ese ambiente popular y trabajador que siempre les ha caracterizado.
La playa de la Malagueta (Málaga).
Una playa similar a la Malvarrosa de Valencia es la Playa de la Malagueta de Málaga. Si bien, en primera línea de playa encuentras edificios de apartamentos levantados en los años 70, con el boom del turismo, lo cierto es que todos los barrios que bordean esta playa, de más de un kilómetro de largo, eran barrios de pescadores.
La web Turismo Interior de Málaga subraya que esta es una playa indicada para familias: parques infantiles, restaurantes familiares donde comer pescaito frito, chiringuitos de playa donde sirven espetos durante todo el año. Lo cierto es que la gente que vive en las inmediaciones de la playa son familias trabajadoras, familias normales y corrientes. Que visitan estos restaurantes como lo hacen los turistas.
Visitar la Malagueta es una oportunidad perfecta para mezclarte con la población local. Sobre todo en los meses de invierno, donde no hay tanta masificación turística. Una manera de interactuar y conocer cómo vive el malagueño de a pie.
El problema que tiene ahora mismo trasladarse a vivir a esta zona es que los precios están disparados en comparación con el tipo de barrio que es. Málaga se ha convertido en la ciudad de España donde más proliferan los alquileres turísticos de corta duración.
Maspalomas (Gran Canaria).
La playa de Maspalomas se encuentra en el sur de la isla de Gran Canaria, pertenece al municipio de San Bartolomé de Tirajana, pero tiene una entidad propia como núcleo urbano. Con una población estable que vive en la zona todo el año y que va más allá de la afluencia del turismo, que en una localización tan privilegiada como las Canarias, donde hace una temperatura agradable todo el año, no se circunscribe a unos meses concretos.
Esta es una de las playas más inclusivas del mundo. En los años 80, el colectivo gay europeo escogió esta playa como uno de sus destinos de vacaciones preferidos. Debido a la tolerancia de la población local, que no prejuzgaba a los visitantes por su orientación sexual. Este fenómeno colocó la playa en el Mapa-Mundi y le aportó fama internacional. A diferencia de otros lugares similares, no se convirtió en una especie de gueto. En Maspalomas conviven familias tradicionales (de corte heterosexual) con parejas gais, en total armonía. Un ejemplo de tolerancia y de inclusión.
Con sus pros y sus contras, como cualquier lugar, los destinos de playa se han convertido en un lugar en el que fijar una residencia estable, ganando, en la mayoría de los casos, en calidad de vida.




