La burocracia complica la eficiencia

No es fácil enfrentarse a la vida cuando se es David en vez de Goliat, por mucho que tengamos en cuenta la famosa historia en la que el primero, siendo mucho más pequeño, vence al segundo. Cuando nuestro tamaño no nos pone a la cabeza de algo, la cantidad de esfuerzos que debemos hacer para luchar por cosas de una cierta importancia son tremendos y no todo el mundo es capaz de conseguirlos. Y, desde luego, este es precisamente el escenario en el que se encuentran las pymes españolas en los tiempos en los que nos encontramos.

Es realmente duro para una persona encontrarse al cargo de una pyme en España. Y no es para menos, porque a la tremenda cantidad de asuntos que debe resolver esa persona se le añade una cuestión como la falta de apoyo que se recibe desde las administraciones públicas cuando se posee una empresa de este tipo, una falta de apoyo que ya se ha dejado notar durante muchos años y que ha estado relacionada con gobiernos estatales, regionales y municipales de diferentes colores políticos. No cabe la menor duda de que este es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las pequeñas empresas de la actualidad.

Una noticia publicada en el diario El País en junio de 2019 informaba de que los grandes problemas de las pymes en España son la excesiva burocracia que demanda el sector público español, la morosidad y la escasez de posibilidades de financiación que se ofrecen. Además, la noticia aporta un dato que podríamos considerar escalofriante: y es que 6 de cada 10 pymes de nacionalidad española no duran más de 5 años. La verdad es que es una cifra que pone los pelos de punta pero que, visto lo visto, no nos extraña lo más mínimo.

Esa no fue la única información que iba dirigida a poner de manifiesto los problemas de las pequeñas empresas en nuestro país en la actualidad. Otra web, en este caso la de Dirigentes Digital, aseguraba que los problemas de la pyme en España son, además de la ya consabida burocracia, la competitividad tan tremenda (y en ocasiones, la competencia que les plantean empresas mucho más grandes) que existe en nuestra sociedad y el propio tamaño de las pymes, que a veces implica la aparición de obstáculos que no son nada fáciles de sortear.

La alta presencia de pymes en el territorio español hace necesario que existan servicios específicos para ellas. Por lo general, las empresas de pequeño tamaño apenas tienen capacidad para solventar todo el papeleo que se les demanda, por lo que los servicios dirigidos a ellas suelen ir destinados a la resolución de este tipo de obligaciones. Eso es lo que nos cuentan desde Martín Laucirica, cuyos profesionales han vivido en primera persona el aumento de solicitudes de pymes que, en tiempos de pandemia, han necesitado hacer frente a una burocracia creciente y que requería de actuaciones rápidas y certeras.

Un colchón para las pymes

Sin los servicios de los que hemos estado hablando, la cantidad de problemas que tendrían los pequeños emprendedores en España sería sideral. Imaginaos lo que tiene que ser permanecer pendiente, por un lado, de la actividad que nos ocupa y, por el otro, estarlo de toda la burocracia que necesitamos implementar para tener acceso a ayudas y cumplir con los requisitos legales que se le exigen a nuestra entidad. Si «externalizamos» la gestión de la burocracia con otras entidades, siempre se dispondrá de un mayor tiempo para desarrollar la actividad por la que la empresa consigue sus beneficios.

No cabe la menor duda de que todo esto que venimos comentando tiene una relevancia muy grande para una empresa de pequeño tamaño, que ve cómo puede centrar todos sus esfuerzos en conseguir el propósito par el que fue fundada: aumentar sus ventas, desarrollar estrategias de marketing para ganar visibilidad, invertir en procesos tecnológicos que les puedan ayudar en su rutina habitual… Ni que decir tiene que disponer de tiempo para esto es básico para que los proyectos que tienen que ver con todo eso salgan bien y reporten resultados positivos, que es de lo que se trata.

Estamos convencidos de que cada vez más empresas van a confiar en alguna asesoría externa para luchar contra esa burocracia que, muchas veces sin sentido, nos obliga a asumir el país en el que nos encontramos. La burocracia es un elemento contrario a la eficacia y la eficiencia y es precisamente por eso por lo que hay que liberar todo el trabajo que tengamos asociado a ella y dejarlo en manos de entidades que puedan hacer ese trabajo por nosotros, algo que nos permitirá liberar tiempo para trabajar en lo que realmente nos da de comer.

 

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