El infarto intestinal

Cuando hablamos u oímos hablar de un infarto, la mayoría de las personas asociamos esta palabra con un problema de corazón, es decir con un infarto de miocardio, la principal causa de muerte en nuestro país, seguida de los ictus o infartos cerebrales.

Un infarto es la necrosis o muerte de un órgano o de parte de él por la falta de riego sanguíneo, debido a una obstrucción o estrechez de la arteria. Por lo tanto, un infarto puede ocurrirle a cualquier otro órgano del cuerpo humano, además del corazón y cerebro, el pulmón, el riñón, el intestino…

Centrándonos en el infarto de intestino o isquemia intestinal es muy importante acudir de manera urgente a un centro hospitalario, pues es una situación de emergencia que, si no se atiende de inmediato, puede llegar a causar incluso la muerte.

Los síntomas pueden variar de una persona a otra, del mismo modo que pueden aparecer de forma repentina o aguda o ir desarrollándose gradualmente a lo largo de varios días, lo que se denomina crónica, siendo los más frecuentes:

  • Isquemia intestinal aguda:

-Dolor abdominal intenso que empeora con el paso del tiempo.

-Sensación de hinchazón en el abdomen.

-Náuseas y vómitos.

-Diarrea con sangre en las heces.

-Fiebre con encima de los 38º C.

-Inflamación y sensibilidad abdominal.

-Necesidad urgente de defecar. Heces forzadas y frecuentes. Flatulencias.

-Confusión mental.

  • Isquemia intestinal crónica:

-Calambres abdominales y/o sensación de estar satisfecho.

-Dolor abdominal.

-Pérdida de peso.

-Inflamación.

Existen tres tipos bien diferenciados de infarto intestinal:

  • Isquemia mesentérica aguda. Es la forma más grave del infarto intestinal, aparece de repente y suele afectar al intestino delgado. Sus causas pueden ser: un coágulo de sangre del corazón o émbolo que se desplaza por el torrente sanguíneo hasta el intestino y bloquea sus arterias, la presencia de un coágulo de sangre dentro de las propias arterias intestinales, acumulación de colesterol o arterioesclerosis, presión arterial muy baja en pacientes que ya tienen estrechamiento de venas,
  • Isquemia mesentérica crónica. También denominada “angina intestinal”. Se presenta generalmente en personas con altos niveles de arterioesclerosis y su desarrollo suele ser gradual. La complicación más importante es la presencia de un coágulo de sangre dentro de la arteria enferma o con arterioesclerosis.
  • Colitis isquémica. Es la forma más frecuente de la enfermedad. Se produce por un bloqueo de una vena a causa de un coágulo, provocando acumulación de sangre en los intestinos, lo que produce inflamación y sangrado. Las causas más comunes que la provocan son: pancreatitis, cáncer en el sistema digestivo, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, infección abdominal, medicamentos, trastornos de coagulación, diverticulitis, etc.

La prevalencia de infartos intestinales ha aumentado debido al envejecimiento progresivo de la población en nuestro país, siendo la edad uno de los factores de riesgo (en el caso de pacientes ancianos la confusión mental puede enmascararse, debido a que en un alto porcentaje presentan deterioro cognitivo, hipoacusia…). Otros factores de riesgo son:

  • Problemas cardiacos, arritmias cardiacas, fibrilación auricular.
  • Hipertensión arterial.
  • Niveles de colesterol elevados.
  • Enfermedades pulmonares relacionadas con el tabaquismo, especialmente el enfisema.
  • Consumo de drogas como cocaína o metanfetaminas.
  • Síndrome de intestino irritable.
  • Ciertos medicamentos, como por ejemplo pastillas anticonceptivas o para tratar alergias.

Mantener unos niveles bajos o medios de colesterol, diabetes, tensión arterial, la realización de ejercicio físico, al menos una hora al día y consumir una dieta rica en frutas y verduras, reduciendo lo máximo posible las grasas o azucares, es un método eficaz para prevenir en la medida de lo posible la aparición de un infarto.

El tratamiento consiste en restablecer el flujo sanguíneo al intestino, dependiendo de la gravedad de la situación, si ha sido afectado el intestino delgado, el grueso o ambos, del tramo de intestino que ha muerto, la afección puede necesitar tratamiento con cirugía.

Algunos pacientes pueden desarrollar complicaciones a largo plazo que, en el caso concreto de trasladarse a un país extranjero, por precaución, sería conveniente se acompañasen de una copia de su historial clínico traducido a la lengua del país a visitar. Esto se debe a que los médicos del país de destino no entienden al paciente, por lo que nada mejor que recurrir a agencias de traducción profesional para evitar estos problemas.  En  Eikatrad, quienes cuentan con traductor jurado oficial MAEC en francés, inglés, alemán, etc.  aseguran que este tipo de ayuda puede cambiar el resultado final en una situación de emergencia.

¿Qué son las enfermedades inflamatorias intestinales?

Las enfermedades inflamatorias intestinales son trastornos crónicos que generan sobre todo dolor abdominal y diarreas. No se sabe con certeza cuál es su causa, si bien se relacionan con factores ambientales, genéticos o medioambientales. Las principales son:

  • Enfermedad de Crohn.
  • Colitis ulcerosa.

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