En la cocina magrebí no pueden faltar los frutos secos, la sémola y el tajín o tajine. En Marruecos hay una gran variedad de recetas de tajín, ya que es una de las comidas más populares.
El término no hace referencia a los ingredientes sino al recipiente en el que se preparan. Se trata de un guiso de verduras o de carne de cordero.
La cazuela de barro que llamamos tajín tiene una tapadera cónica que condensa el vapor de la cocción hasta que recupera su estado líquido y cae sobre el alimento. No es necesario añadir ningún tipo de líquido y los ingredientes se cocinan con su propio jugo.
Otro alimento que hoy en día es muy posible encontrarlo en la gastronomía de Marruecos es el bulgur. Es ideal para utilizarlo en ensaladas, aunque también puede funcionar de acompañamiento de carnes y pescados. Incluso, se puede añadir en preparaciones como tabulés o sopas.
« El bulgur es un alimento que se prepara cociendo el grano de trigo y machacándolo posteriormente. Es muy típico en la cocina de Oriente Medio», explica la dietista-nutricionista Lucía Rodríguez,
«Al tratarse de un cereal, para completar el plato sería interesante cocinarlo junto con verduras y añadir una fuente de proteínas: huevo, carne o pescado», añade.
Gracias a su aporte protéico, los deportistas pueden desayunar gachas de bulgur con manzana o canela. «Se prepara como si fuera arroz , es decir, una taza de bulgur por dos tazas de agua hirviendo, sal y aceite de oliva. Después lo dejamos cocinar con el fuego bajo unos 20 minutos, revolviendo de vez en cuando para que no se pegue», dice Fran Sabal.
Este cereal integral aporta carbohidratos, fibra y proteínas. El bulgur, por cada 100 gramos, cuenta con 342 calorías y 12.29 son de proteína.
Aporta 12,5 gramos de fibra, 164 miligramos de magnesio, 410 miligramos de potasio y tan solo tiene 1.33 gramos de grasa.
Este alimento ayuda a fortalecer los huesos, así como al desarrollo correcto de nuestra musculatura.
«El bulgur tiene básicamente los mismos valores nutricionales que el trigo. Su riqueza radica en el aporte de hierro, fósforo, zinc, magnesio y algunas vitaminas del grupo B. También ofrece en menor cantidad una aportación de vitamina K y E. Su principal beneficio está en su aporte calórico a partir de un costo barato», informa el periódico digital Okdiario.
Si quieres viajar a Marruecos puedes disfrutar de riquísimos platos con bulgur pero también con cuscús. Este alimento tiene su origen en el siglo XIII y es muy posible encontrarlo en la gastronomía de Marruecos.
El cuscús es una sémola de trigo que se obtiene de la molienda de trigo duro refinado. Se elabora, normalmente, con carne y verduras. Contiene vitamina B y selenio, un mineral esencial para el cuerpo humano.
La forma de hacerlo es muy sencilla, ya que se necesita agregar agua caliente, y dejarlo reposar hasta que se haya absorbido todo el líquido. Después, separa los grumos con un tenedor.
Se necesita 250 ml de agua o caldo por cada 110 g de cuscús. El tiempo hirviendo también hay que tenerlo en cuenta, ya que son 5 minutos.
Los nutricionistas recomiendan el cuscús integral por su mayor riqueza de nutrientes como vitamina E, vitaminas del grupo B y pequeñas dosis de calcio, potasio, hierro y zinc.
Para saber cómo preparan el cuscús en Marruecos, nos hemos puesto en contacto con Trip to Help. Estos expertos en viajes nos han contado que ellos han probado en este país un cuscús con zanahorias, calabacines, calabaza, pimiento, cebolla, tomates y nabos.
Pero también nos aportan más datos, ya que otros ingredientes que no pueden faltar son los garbanzos y carne de ternera, cordero o pollo. Incluso, suelen añadir pasas y cebollas caramelizadas.
En este país encontrarás muchos platos con arroz. El Kabsa se trata de un plato de arroz con diferentes especias, verduras y carne, que puede ser de pollo, cabra, cordero, camello o vaca. También se le pueden añadir cebolla, piñones, dátiles, almendras…
El Maqluba es otro plato de arroz que va acompañado de pollo o cordero, verduras, frutos secos y salsa de yogur. Algunas versiones incluyen coliflor o berenjena.
El arroz procede de una planta herbácea de la familia de las Poaceae o Gramíneas. Los árabes lo introdujeron en España y lo cultivaron con éxito.
Previene la obesidad, ya que no contiene grasas dañinas. Existen unas 80.000 variedades de arroz y es el segundo cereal más producido del mundo.
Su consumo contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, gracias a su composición rica en ácidos grasos omega-3. El arroz contiene más de un 70% de hidratos de carbono. También es fuente de minerales y aporta vitaminas como la D y las del grupo B.