Hacer turismo no está limitado a la playa y las zonas con renombre y monumentos impresionantes. El turismo engloba muchos aspectos que definen el tipo de turismo que se realiza. En este caso, queremos hablar del turismo rural y todas las posibilidades que ofrece. Acercarnos a lo natural, a lo de siempre, es una de las características que más atraen de este tipo de turismo que, además, puede realizarse durante todo el año. Cada momento ofrece sus posibilidades.
Definir el turismo rural no es tan sencillo como puede parecer. No resulta fácil encontrar un único concepto que defina este tipo de actividad, sobre todo porque los mismos autores, no se ponen de acuerdo para definirlo. Para unos el turismo rural es ir a una casa de campo, para otros hacer senderismo. Depende de las realidades, características naturales, geográficas y etnológicas de cada país, por lo que no existe un consenso.
Es fácil encontrar los términos turismo rural, agroturismo o ecoturismo, utilizados de forma indistinta como sinónimos. Sin embargo, estos conceptos abarcan realidades diferentes con diferentes entendimientos. Si nos atenemos a lo que dice la Unión Europea, encontramos dos opciones. La primera utiliza como criterio diferenciador el porcentaje de ganancias que percibe una comunidad rural del turismo. La segunda, hace alusión al hecho de que la cultura rural sea un elemento de la composición de la oferta.
Aunque esto se escapa al común mortal que entiende el turismo rural, como cualquier actividad que se desarrolle en el medio rural y las áreas naturales, compatible con el desarrollo sostenible. Lo que implica una permanencia y aprovechamiento óptimo de los recursos, la integración de la población local, la preservación y mejora del entorno, en lugar de pensar en el concepto de máxima rentabilidad. En otras palabras, más sencillas, el turismo rural se define por el ámbito en el que los turistas, desarrollan sus actividades en un medio rural, con interesante patrimonio natural, histórico, cultural y arquitectónico.
Formas de hacer turismo rural
El turismo rural se caracteriza por despertar el interés de las personas que viven en un medio urbano y, están dispuestas a invertir su tiempo libre y sus recursos, en explorar sus orígenes o alejarse de su vida habitual. De ahí que el turismo rural pueda clasificarse en diferentes tipos como los que vamos a citar a continuación.
Por empezar por alguno, lo haremos por el agroturismo. Este tipo de turismo rural en particular, se caracteriza, como nos explican desde Cortijo El Sapillo como casa rural con larga trayectoria, en la prestación de alojamiento, servicios de gastronomía local y actividades relacionadas con la actividad agropecuaria, en la que el turista puede participar de forma activa. Un ejemplo de las actividades que se pueden realizar son la elaboración de mermeladas, ordeñar, cosechar…
Para los amantes del deporte, existe el turismo rural deportivo. En este tipo de turismo, se practican actividades deportivas dentro de un ámbito rural, como la pesca, la caza, el cicloturismo…
Sin duda, uno de los tipos de turismo rural por excelencia, es el de aventura. Optar por este tipo de turismo rural, implica encontrarse en un entorno o medio natural como recurso para sentir sensaciones de descubrimiento. El objetivo es conseguir transmitir esa sensación, por lo que se necesita acudir a espacios que no son muy utilizados de forma turística, esto incluye actividades como el parapente, el descenso en balsa, caminatas por senderos poco conocidos…
El turismo cultural cuenta cada vez con mayores adeptos. Utilizando los recursos culturales, históricos y costumbristas de un territorio y, orientándolo hacia la preservación y mejor conocimiento de los mismos, este turismo enriquece en gran medida. Desde un pequeño pueblo hasta un caserío, pueden ser el entorno adecuado para desarrollar este tipo de turismo que permite estudiar culturas indígenas, circuitos históricos, lugares de interés…
Nos pasamos a lo sostenible y descubrimos el ecoturismo. Se trata de una de las formas de turismo rural que prioriza la preservación del espacio natural en el que se realiza, por lo que contempla ante todo, el medio natural y su conservación.
De manera que el turismo rural se caracteriza, esencialmente, por tratarse de un tipo de turismo deseado y controlado por la población de la localidad que lo desarrolla. Se trata de un turismo de encuentro con lo natural, en el que se comparten experiencias de la comunidad. Se considera, por lo tanto, un turismo de iniciativa local, basada en la capacidad de los habitantes rurales para dar a conocer sus aspectos culturales. Con una gestión local en la que las empresas de pequeños productores agrícolas desarrollan estrategias de administración y con efecto local. Lo que implica que se diversifiquen e incrementen los ingresos de los pequeños productores y sus familias.
El turismo rural valoriza y pone en alza la cultura local, estrechando vínculos con los turistas que pretenden conocer la forma de vida y costumbres de los lugares que visitan. Se define por el paisaje local que cuenta con recursos naturales y socioculturales, como espacios destinados al reposo, paisajes atractivos y un importante patrimonio arquitectónico.
La fortaleza de este tipo de turismo, reside en los aspectos relacionados con los habitantes y su capacidad para interactuar con los turistas. Además de que se trata de una opción de turismo muy buscada por todo lo que ofrece a los turistas rurales.
Lo que ofrece el turismo rural
El turismo rural ha ido ganando terreno y popularidad frente a otros tipos de turismo. Tanto si se trata de una escapada romántica como un viaje con los amigos, el turismo rural, es una de las opciones de preferencia. Sobre todo cuando se pretende disfrutar de la belleza del campo y la tranquilidad que ofrece. Dentro del turismo rural y sus variantes, de las que hemos hablado, la oferta de actividades es muy amplia, por lo que solo vamos a citar algunas de ellas.
Por ejemplo, la fotografía rural. Se trata de una actividad muy popular en aquellos que buscan una experiencia tranquila. Capturar la belleza y la esencia del paisaje, el entorno, las plantas… todo aquello que no puedes ver en tu día a día en la ciudad. Al encontrarte en un entorno natural, las posibilidades de hacer un tour fotográfico son muy numerosas. Amaneceres y atardeceres indescriptibles, animales que no sabías que existían. La cámara, tú y todo lo que te rodea, abriéndote un mundo de imágenes para el recuerdo.
Sin duda, el senderismo y las rutas de excursión, son una de las actividades con mayor popularidad. Para los que prefieren actividades más moviditas, irse de ruta es bastante habitual. La mejor manera de disfrutar del paisaje y adentrarse en él. Bosques, montañas, valles, ríos… esta actividad, permite a los turistas conectar con la naturaleza de forma más íntima y cercana, disfrutando de la fauna y flora local. Es muy común encontrar todo tipo de rutas de senderismo y excursión señalizadas, variando en dificultad y duración, lo que permite a los turistas elegir lo que más les convenga.
En la misma línea, los paseos y rutas en bicicleta que permiten descubrir senderos tranquilos para disfrutar de un paseo o, rutas desafiantes por las colinas y valles más intrincados.
Una de las actividades más fascinantes es observar las estrellas en plena noche. Si hay algo que diferencia las zonas rurales de las grandes ciudades, es su baja contaminación lumínica. Tumbarse al raso y contemplar las estrellas, seguir el rastro de un satélite, descubrir las constelaciones e incluso, presenciar el paso de una estrella fugaz, es toda una experiencia que no se puede dejar de hacer.
Para los amantes del vino, las catas son otra actividad con renombre. Junto a una cata de productos locales, constituye una forma de lo más deliciosa de conocer la cultura y tradición del lugar. De hecho, muchas casas rurales, se encuentran cerca de viñedos y granjas en las que puedes realizar todo tipo de actividades relacionadas. Desde aprender todo sobre la elaboración del vino hasta fabricar tu propio queso o embutidos, incluyendo el interesante mundo del aceite de oliva. Estas catas no son únicamente una experiencia sensorial, son una oportunidad única de aprender sobre la agricultura local, las técnicas de producción y la historia de cada región.
Otras opciones son la práctica de yoga y meditación. Aprovechando las vistas del paisaje, el relax del entorno y la tranquilidad, realizar alguna de estas actividades ayuda a calmar la mente, reducir el estrés y mejorar el cuerpo. Ideal para volver a casa con otra perspectiva de la vida y las pilas cargadas.
Con todo esto y lo que nos dejamos por contar, lo que ofrece el turismo rural es un sinfín de posibilidades que permiten el disfrute y la creación de recuerdos. A través de la aventura, el aprendizaje, la relajación o la mera observación, las escapadas rurales, son la mejor opción para desconectar de la estresante vida urbana. Desde la emoción que implica la exploración de senderos desconocidos hasta la simpleza de una noche bajo las estrellas, cada momento que se pasa en una casa rural, se convierte en una oportunidad ideal para enriquecer la vida y conectar con las raíces. Así que no dejes pasar la ocasión y si se presenta la oportunidad, aprovéchala.




