Odontólogía, una profesión muy machista

Las mujeres, a día de hoy, siguen sin ocupar puestos de importancia en las principales empresas e instituciones públicas. A lo largo de la historia, las mujeres han quedado relegadas a un segundo plano, apartadas de la vida pública y marginadas, limitadas al ámbito reproductivo, mientras que los hombres se ocupaban de producir. Hoy, aunque ha habido grandes cambios y logros importantes en relación a la igualdad de derechos y oportunidades, lo cierto es que se siguen dando muchas injusticias en el ámbito laboral.

Las mujeres ganan menos que los hombres

Las mujeres ganan menos y se las discrimina a la hora de ascender y ocupar puestos directivos. Muchas mujeres valientes se han sacrificado para que hoy, todas podamos tener acceso a una educación igual que la de los hombres, que aunque parezca mentira, no siempre ha sido así, para que podamos votar y decidir en las urnas a nuestros gobernantes, para que podamos trabajar y salir a la calle libres e iguales. Sin embargo, queda un largo camino por recorrer.

Mujeres dentistas en Europa

En el año 1755, prohíben a las mujeres estudiar para ser dentistas, si bien muchas aprendieron la profesión junto a sus maridos y familiares. Porque antes, ser dentista, era una cosa solo de hombres tanto en Europa como en América. Y es que se pensaba que las mujeres carecían de atributos supuestamente masculinos, como la fuerza, por ejemplo. Por eso no querían a mujeres en las escuelas de dentistas. Así nace una nueva profesión: la de higienista dental. En estos cursos se estudiaba un temario específico dental para poder atender pacientes con menos riesgos y responsabilidades. La primera escuela dental se estableció en el 1827 en Bainbridge, Ohio.

Emiline Roberts, casada con el el Dr. Daniel Albion Jones de Conecticut fue la primera mujer dentista americana. En realidad, hacía las funciones de auxiliar, pero por las noches estudiaba ciències basicas por la noche, consiguiendo ser socia de su marido. Al morir este, siguió ejerciendo la profesión durante mucho tiempo.

En Inglaterra sucedía 3 cuartos de lo mismo. La mayor parte de los dentistas eran hombres, pero en el año 1895, se graduaron en la la Escuela de Odontologia de Edimburgo , las primeras mujeres dentistas del Reino Unido. Pero tuvieron que pasar 17 años hasta que recibieron la calificación del “Royal College of Surgeons of England “. Aún así, apenas había mujeres dentistas.

Mujeres dentistas en España

España, como siempre, está a la cola de Europa en cuestiones de igualdad de oportunidades, y mientras aquí tenían lugar las primeras reivindicaciones de los derechos de las mujeres, en otros países como Francia se declaraba apta la primera mujer para ejercer legalmente la profesión de dentista. Era Marie Madaleine Calais, nacida en el año 1714. Hasta este momento, las mujeres, habían ejercido como ayudantes en toda Europa.

En este país, durante los siglos XVIII y XIX se lo pusieron mujer pudiera acceder a la universidad. La primera mujer dentista fue María Rejoo, quien era hija de un prestigioso médico, y además se casó dos veces con dos dentistas. No se puede negar que María fue una mujer adelantada a su tiempo.

Mujeres dentistas en la actualidad

En la actualidad, muchas mujeres son dentistas, y de hecho, según el Instituto Nacional De estadística (INE), hay más mujeres dentistas que hombres, a diferencia de otras ramas de la medicina. Tenemos a muchas mujeres entre nuestras clientas, aseguran en La Tienda del Dentista, una tienda online donde comprar todo lo necesario para trabajar en una clínica dental, mobiliario, instrumental, maquinaria, accesorios, etc, en fin, absolutamente todo lo que un profesional de la odontología requiere para realizar su actividad diaria. Además, ofrece precios muy competitivos y una calidad incomparable.

Los datos no dejan lugar a dudas, hay más mujeres que hombres en las clínicas dentales del país, pero aún así, siempre al hablar de estos profesionales, siempre empleamos el género masculino. En cambio, casi nunca decimos “enfermero”, sino “enfermera”. Y lo mismo ocurre con “el médico”, pocas veces se usa la palabra “médica”.

Las mujeres dentistas, son hoy más, pero seguimos diciendo “el dentista”. El machismo, se encuentra también en el lenguaje, y el lenguaje, hace el mundo. Es por esto tan importante empezar un lenguaje inclusivo en lugar de uno excluyente. La lengua de un determinado pueblo, dice mucho de sus raíces, de su esencia, de su cultura y de su personalidad. Así pues, cuidemos el lenguaje, porque este, construye la realidad.

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