Cacahuetes, nueces, anacardos, avellanas, pipas… la lista es larga y apetecible. Los frutos secos son uno de esos placeres de la vida que no están prohibidos para nadie, salvo contadas excepciones. Sus múltiples propiedades, de las que nos ha hablado ampliamente Frutos Secos del Carmen, grandes conocedores de este tipo de productos, convierten a estos pequeños frutos en imprescindibles dentro de la dieta. Sin abusar de ellos debido a su elevado aporte energético, constituyen una excelente fuente de energía, nutrientes, vitaminas y minerales.
Como snack o pica pica natural, no tiene rival. Acompañando un aperitivo, incluidos en cualquier receta de cocina o pastelería, como ingrediente de un pan especial o simplemente solos, son ideales en cualquier momento. Siempre apetecibles y saludables. Para los deportistas que siguen dietas, en muchas ocasiones estrictas frente a cierto tipo de productos y alimentos, los frutos secos son la excepción. Componente principal de muchas de las barritas energéticas a las que recurren, esta familia de alimentos, no falta nunca en la dieta de un deportista.
Conocer las propiedades de estos alimentos, es algo que todo el mundo debería tener en cuenta para así, sacar el mejor provecho de su consumo. Tanto si se es deportista como si no, muchas de sus propiedades, contribuyen a tener el organismo en buenas condiciones. Veamos porque, para los deportistas, se trata de un complemento tan importante.
Lo que diferencia a los frutos secos de la fruta, es su composición de agua. Como es fácil observar, los frutos secos están compuestos por menos de un cincuenta por cien de agua. A diferencia de la frutas deshidratadas o secas, esa composición es natural, mientras que en las frutas se lleva a cabo un proceso, de desecación para eliminar el agua. Ese proceso, afortunadamente, también es producido de forma natural, por lo que la fruta seca o deshidratada cuenta con los mismos nutrientes que en su versión normal, exceptuando el azúcar que se concentra en el proceso.
Retomando el tema de la composición de los frutos secos, debemos decir que se trata de alimentos muy calóricos y ricos en nutrientes, lo que los hace muy recomendables para ser incluidos en las dietas que llevan los deportistas. Cualquier dieta pensada en base a la nutrición deportiva, tiene en cuenta a este grupo de alimentos debido a su elevado contenido en grasas, minerales y vitaminas.
Como todos sabemos, existen muchos frutos secos a nuestra disposición, conocer sus propiedades, puede ayudarnos a elegir cuales aportar a la dieta, en función de los nutrientes que los compongan.
Los frutos secos no pueden faltar en la dieta
Si eres deportista, seguramente ya lo sabes; si estas empezando a hacer deporte y planificando tu rutina de ejercicios y la correspondiente dieta, te interesa conocer más sobre los frutos secos y lo que pueden aportar a tu organismo, antes, durante y después del entrenamiento. El consumo de estos frutos tan apreciados, aporta una serie de nutrientes, especialmente indicados a hora de hacer ejercicio. Aunque no lo creas, su consumo, puede ayudar en gran medida a rendir más en la práctica de deporte.
Los beneficios que aportan son inestimables. Incluir frutos secos es fundamental en la dieta de los deportistas. Se trata de alimentos muy energéticos que ayudan a cansarse menos durante la rutina de ejercicios y aportan un alto contenido en grasas monoinsaturadas (las saludables), minerales y proteínas.
Más de uno o de una, se habrá echado las manos a la cabeza al leer la palabra grasas. Pues bien, las grasas, al contrario de lo que se cree y se hace creer, no son el enemigo del organismo. Por difícil que resulte creerlo, debido a esa demonización constante que se ejerce sobre ellas, se trata de un nutriente indispensable para gozar de buena salud. Aportan energía entre otras cosas.
Conviene saber diferenciar, obviamente, entre los diferentes tipos de grasa y cuales son las que nos benefician. En el grupo de las grasas buenas y saludables, encontramos las insaturadas o monoinsaturadas; en el lado oscuro las grasas saturadas, hidrogenadas y trans. Especial atención a estas dos últimas, puesto que son las más perjudiciales para nuestras arterias.
Lógicamente, cuando hablamos de frutos secos, hablamos de grasas buenas. Al igual que el aceite de oliva, el pescado azul o el aguacate, se trata de alimentos cuyo elevado aporte calórico, proviene en gran medida de las grasas mono o insaturadas. Estos alimentos son muy beneficiosos para el organismo, sobre todo a nivel cardiovascular; favorecen la circulación sanguínea y ayudan a que el corazón funcione de forma adecuada, previniendo la aparición de patologías que afecten al mismo.
Puesto que las grasas son un nutriente muy calórico, los frutos secos, proporcionan una excelente fuente de energía para soportar deportes de resistencia como el atletismo o el ciclismo. El consumo de frutos secos una o dos horas antes de hacer ejercicio es la mejor manera de aguantar el ritmo exigido durante el desarrollo de la actividad deportiva.
No solo de pan vive el hombre y no solo de grasas se componen los frutos secos. Los minerales también ocupan un lugar importante en estos alimentos. Estos nutrientes, juegan un papel fundamental en los procesos de desarrollo y contracción muscular que el cuerpo lleva a cabo, con mayor intensidad durante el ejercicio. Ingerir alimentos como los frutos secos, es a este nivel, muy interesante para los que practican deporte de forma asidua. Los minerales presentes en la mayoría de los frutos secos en mayor o menor medida son el calcio, el magnesio, el hierro, el potasio o el zinc.
Entre otros aspectos, ayudan a mantener unos huesos más fuertes y favorecen el rendimiento de los deportistas.
Otro de los elementos indispensables son las vitaminas. Para que un cuerpo este sano, fuerte y en plena forma, las vitaminas, son esenciales. Los frutos secos, cuentan en su composición con cantidades importantes de vitaminas del grupo B y E (potente antioxidante).
La oxidación es un proceso natural de envejecimiento y muerte de las células cuya consecuencia no es otra que el envejecimiento del organismo como parte inherente de la vida. Si bien es cierto que existen factores que aceleran este proceso, existen alimentos que contribuyen a ralentizarlo. Uno de ellos son los frutos secos que cuentan en su composición con potentes antioxidantes capaces de frenar la acción de los radicales libres.
Como alimentos de origen vegetal, los frutos secos aportan fibra al organismo. Este elemento, favorece el transito intestina, aumenta la sensación de saciedad, ralentiza la digestión y a su vez, el paso de azúcar a la sangre, propiedad muy buena para las personas que padecen diabetes.
El momento de comer frutos secos
Cualquier momento puede ser bueno, a decir verdad. Aunque los más adecuados cuando se ingieren como parte de una dieta para deportistas, son los siguientes:
- Antes de empezar el entrenamiento. Esta es la mejor opción cuando la práctica deportiva, consiste en una actividad física de resistencia como correr, nadar, ir en bicicleta o en una actividad prolongada como el senderismo. Dado que la digestión de los frutos secos suele ser un tanto pesada, conviene consumirlos con una cierta antelación.
- Mientras se realiza la rutina de ejercicio. Una pequeña cantidad de frutos secos adecuada, ayudará a los deportistas a mantener el nivel de rendimiento necesario para llevar a cabo el entrenamiento. Volvemos a repetir que la digestión de los mismos es un tanto pesada, por lo que hay que consumirlos con moderación y en dosis pequeñas.
- Tras el entrenamiento. No es lo más habitual ni recomendable, puesto que lo interesante de su ingesta, es aprovechas su aporte energético durante la práctica de la actividad deportiva. Sin embargo, su consumo a posteriores contribuye a recuperar las grasas saludables y minerales que se pierden durante el entrenamiento.
Los nutricionistas, sean deportivos o no, recomiendan la inclusión de un puñado de frutos secos diario en la dieta. Con este aporte, los beneficios de sus propiedades serán manifiestos a la hora de hacer ejercicio. Cabe señalar que la clave para obtener los mejores resultados y aprovechar al máximo estos beneficios, no es otra que consumir la cantidad adecuada. Como sucede con el resto de los alimentos, la virtud esta en la moderación: la cantidad justa y adecuada sin excederse ni quedarse corto.
En el caso de los deportistas, la recomendación es todavía más relevante. Esta demostrado que ingerir frutos secos mejora el rendimiento deportivo. Dentro de todos los frutos secos que podemos encontrar, para los deportistas, los más adecuados son las almendras, pistachos, avellanas, anacardos, nueces y pipas de girasol.
La mejor manera de consumir los frutos secos es adquirirlos en su forma más natural y menos procesada. Exentos de sal o caramelizados, descartando los fritos y siempre que sea posible, con cascara para asegurar que no están procesados.
Otra opción bastante recomendables es consumirlos en forma de muesli o barritas energéticas, preparados para un consumo de varios frutos secos al mismo tiempo.
Ahora ya conoces un poco más a fondo la importancia de incluir en la dieta frutos secos. Tanto si prácticas algún deporte, como si estas pensando en hacerlo o, simplemente porque son saludables, los frutos secos deben formar parte de cualquier dieta que pretenda ser equilibrada.