El pan es, quizás, el alimento más popular. No hay reunión gastronómica que no tenga que estar amenizada por él. No hay acontecimiento que no se pueda arreglar con un bocadillo. Así han ido pasando los años, los siglos y pasarán y nunca tendrá fin. Ahora bien, sobre el pan, como suele pasar con estas cosas, hay muchas leyendas urbanas. Hoy vamos a intentar esclarecer algunas. Aunque quizás la que más se pregunta la gente es si engorda más ¿la miga o la corteza?
Historia del pan
Antes de meternos en harina, nunca mejor dicho, vamos a comentar un poco la historia del pan. Y es que conocer sus orígenes nos servirá también para conocer algo más sobre él. Desde la antigüedad se ha elaborado pan, y se cree que las primeras culturas machacaban los granos de trigo y probablemente los humedecían con agua para facilitar su ingesta. El consumo de este producto desde la Prehistoria se debe al fácil almacenamiento y conservación de este.
Los egipcios elaboraban la masa con harina y agua y desarrollaron los hornos para su cocción. Además, esta cultura fue la que descubrió ‘por accidente’ que si se fermentaba la masa esta se ‘levaba’ y adquiría más sabor, y añadieron distintas plantas para darle sabores diferentes al pan. Este alimento llegó así a convertirse en esencial para la sociedad. Por supuesto también los griegos y los romanos.
Siglos más tarde se siguen desarrollando las técnicas de elaboración del pan y aparecen otras formas como la baguette o el sándwich. Y así es cómo ha llegado a nuestros días. En la actualidad, ha descendido el consumo de pan debido a diferentes factores como las dietas, las intolerancias al gluten y la aparición de nuevos alimentos que intentan sustituir al pan. Como en todas las cosas hay sitios que trabajan bien y sitios que no. “Puedes encontrar un pan con ingredientes 100% naturales, sin aditivos ni conservantes y realizado con masa madre, una levadura natural y triple fermentación, pero su coste será mayor que el del supermercado”, afirman desde El Moli Pan y Café, una franquicia de panaderías y cafeterías que marcan la diferencia y ofrecen la mejor calidad en todos los productos.
Calorías
La Organización de Consumidores y Usuarios ha establecido una serie de consejos a la hora de elegir el pan. Asimismo, ha explicado los mitos y leyendas que existen. Que quede claro, el pan engorda igual que otro alimento rico en hidratos de carbono complejos como es el arroz o la pasta alimenticia. Eso sí, los hidratos aportan las mismas calorías que las proteínas y la mitad que las grasas. El principal problema es, de esta manera, que se toma acompañado a comidas calóricas. Es decir, que el pan engorda como cualquier otro alimento pero si dentro metes chorizo, tortilla con mahonesa o atún, pues tendrás que ir sumando más calorías.
El pan de molde
El plan de molde, además, engorda más que una barra. Aporta entre 15 y 20 calorías más por cada 100 gramos. El pan tostado también engorda más que el fresco al tener menos agua. La corteza tiene también más calorías que la miga por la misma razón. Así pues, ya hemos contestado a la pregunta del millón. Aunque la leyenda dice que es la miga, no es así. La corteza es la que más engorda. ¿Lo sabías?
El pan y la sal
El informe también dice que el pan sí tiene sal, pero no demasiada. Así que las personas que tienen la tensión alta pueden tomarlo sin problemas. De hecho, los fabricantes se encuentran reduciendo su cantidad por lo que las personas sin restricciones no tienen por qué recurrir al pan sin sal. Por otro lado, los panes de centeno y otros cereales suelen tener más contenido en fibra que el pan blanco.
El pan precocido también cuenta con una polémica. El estudio realizado por la OCU se han encontrado planes precocidos buenos y malos, al igual que en los otros. El problema, dicen, es que a veces se meten en las bolsas demasiado calientes que reblandece la corteza. Además, dejarlo enfriar completamente es necesario para hacer un buen pan. ¿Te ha pasado alguna vez?