Mantener una buena salud dental es una cuestión personal. Los cuidados que profiramos a nuestros dientes y encías, son fundamentales para mantener a raya a las caries y demás problemas que puedan afectar a la zona bucal. Las herramientas para llevar a cabo esa tarea son básicas: un cepillo, un dentífrico, hilo dental y colutorio.
Prestando atención a estos útiles y usándolos de la forma adecuada, las visitas al dentista serán las mínimas. Los consejos que nos dan los expertos de Tot Dental son muy básicos y elementales. Realmente, mantener a raya las caries no es tan difícil.
La variedad de cepillos o colutorios que podemos encontrar en el mercado es tan grande que es fácil perderse por el camino. Encontrar el que se adapte a las condiciones específicas de nuestra boca o los gustos personales, puede llevar un tiempo que a veces no tenemos.
Para ayudar en la elección de ese kit dental que todos debemos tener en casa, esta pequeña guía. Conviene señalar que sin un buen empleo de estos elementos, una buena técnica y constancia, de poco sirve tener un cepillo súper mega especial.
Por ahí vamos a empezar, la elección del cepillo de dientes.
Cepillando dientes
El cepillo de dientes es imprescindible. Sin él, poco se puede hacer. Por norma general, una dureza media basta para eliminar la placa, pero en el caso de encías sensibles, conviene utilizar uno de cedras suaves. Luego podemos encontrar en el mercado los siguientes tipos:
- Dentro de este grupo, los tenemos de cerdas duras, ideales para las bocas y encías sanas. Remueven todos los restos que haya en la boca. La dureza de las cerdas, puede dañar el esmalte por lo que hay que tener cuidado. Para bocas sanas pero ligeramente sensibles, las cerdas de dureza media, son más adecuadas. El cepillado agresivo puede producir sangrado en las bocas más sensibles. Para ellos, las cerdas blandas son la mejor opción.
- Postquirúrgico. Diseñados para ser usados tras una intervención quirúrgica, con cerdas muy suaves que no dañan las encías, esmalte o dientes.
- Eléctricos. Dentro de este grupo, cabría hacer una lista aparte, pero bastará con decir que son aquellos que funciona con pila o batería. Su motor hace el que cabezal se mueva en diferentes direcciones y con distinta velocidad, lo que hace que elimine la placa con mayor facilidad.
- Se utilizan para eliminar el sarro que se crea entre los dientes. La dureza de las cerdas también varía en función de las necesidades personales.
- Ortodóncicos. Como su nombre ya deja intuir, son los diseñados especialmente para la limpieza de los brackets de la ortodoncia.
- Con dos cerdas muy suaves, se utiliza para eliminar los restos que quedan en los espacios interdentales.
Cuidado con las pastas
Si existen cepillos de dientes para todos los gustos, las pastas no son menos. La variedad, los tipos, las especificaciones… es para volverse loco. La mayoría no son lo que dicen, por eso, hay que prestar atención a lo que realmente necesita nuestra boca.
Estos son los grandes grupos de pastas de dientes:
Anticaries, con un alto contenido en flúor, hay que tener en cuenta que en el caso de los más pequeños, el contenido en flúor, debe ser menor. Fortalecen los dientes evitando con ello la formación de caries.
Antisarro, con Pirofosfato o Citrato de Zinc para prevenir esa molesta y antiestética acumulación de sarro pero no elimina la placa endurecida.
Antiplaca, con Triclosan o Citrato de Zinc, inhiben la aparición y endurecimiento de la placa y con ello, previenen la caries y las enfermedades periodontales.
Blanqueadora, con agentes que pueden resultar agresivos para el esmalte, ayudan a combatir las manchas que producen algunos alimentos. Su efecto blanqueador las convierte en unas de las más usadas.
Especiales para dientes sensibles, con Potasio de Nitrato o Arginina en su composición que contribuyen a que los elementos que causan la sensibilidad no afecten al nervio.
Hilando fino
En lo que al hilo dental respecta, no hay tantas opciones. Dos son los tipos de hilo dental que podemos encontrar en el mercado: monofilamento, de caucho o plástico; y multifilamento, de seda o nylon.
El uso del hilo dental, requiere más de técnica que de material en sí. La cera que añaden algunos, es simplemente para que el hilo se deslice mejor entre los dientes. En algunos sitios podemos encontrar cinta dental, cuya diferencia principal es el ancho.
Como ya hemos dicho, aquí lo importante es la técnica. La paciencia para ir diente por diente y la constancia serán la mejor prevención.
Enjuagar y listo
El último paso para completar una adecuada higiene bucal es utilizar el enjuague. Componente indispensable en el kit dental. Como en los casos anteriores, encontramos varias opciones entre las que elegir:
- Estéticos: los más básicos y recomendados para el día a día. Ayudan a eliminar los restos de comida que han quedado tras el cepillado y el paso del hilo dental. Aportan una sensación fresca en la boca y contribuyen a mantener un buen aliento.
- Antisépticos: generalmente con clorhexidina en su composición. controlan la placa bacteriana y ayudan a reducir la inflamación de las encías. Suele ser prescrito tras una cirugía o para acelerar el proceso de curación de llagas o heridas que aparecen en la boca.
- Con flúor: presentan una protección contra los agentes infecciosos que producen la placa. Formando una capa protectora en el esmalte de los dientes contribuye a revertir y prevenir la caries en sus etapas iniciales.
Con esta información, ya podemos completar nuestro propio kit dental. Empezando por el cepillo de dientes que más se adapte a las necesidades propias de cada dentadura y terminando con el colutorio que más convenga.
Hay que tener presente que lo primordial es un buen cepillado. El uso del hilo y el enjuague bucal son complementarios y no sustitutivos. No basta con pasarse el hilo o hacer gárgaras con el colutorio. Primero, un buen cepillado con una buena pasta de dientes y después, un pulido con el hilo y el enjuague.
Siguiendo los pasos correctamente y utilizando una buena técnica, el dentista tendrá poco trabajo con tus dientes.