La Encuesta Europea de Salud, informa que un 13% de los españoles toma alcohol a diario, somos el segundo país de la UE que bebe con más frecuencia.
Un 10% de todas las muertes comprendidas entre los 16 y los 74 años pueden relacionarse con el alcohol. Mueren 3.3 millones de personas anualmente por el uso nocivo del alcohol, es decir, una muerte cada diez segundos.
Muchos adolescentes aseguran haber bebido alcohol al menos una vez en su vida a los 15 años. Esta bebida tiene un componente social muy importante en nuestra cultura, ya que es normal beber en cenas, cumpleaños, comidas navideñas, etc.
Los jóvenes no ven el consumo de alcohol como un problema, es una bebida que forma parte del ocio de una importante parte de la población. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2016 el consumo per cápita en España alcanza los 10 litros de alcohol puro al año por persona en mayores de 15 años.
Una persona alcohólica no puede controlar su consumo de alcohol, y en los casos en los que intenta dejar de beber muestra síntomas de abstinencia. El alcohol puede generar dependencia a personas de cualquier edad, aunque causa una mayor adicción en la adolescencia.
Según datos de la DGT, más de 100.000 conductores dan positivo en controles cada año por alcohol y otras drogas.
El alcohol es un enemigo del sueño
El Instituto Europeo del Sueño (ESCI) informa que el alcohol puede afectar a la higiene del sueño, ya que puede causar insomnio en las personas.
El 70% de las personas alcohólicas tienen un trastorno del sueño. El alcohol interfiere en la actividad química cerebral, que es fundamental para que el cuerpo logre el sueño. Además, esta bebida aumenta la frecuencia para orinar y la pérdida de líquidos.
Los síntomas del alcoholismo
Una persona alcohólica o adicta al alcohol es “quien consume, de media, más de 5 o 6 unidades al día (50 gramos de etanol puro, 1250 ml de cerveza o 500 ml de vino)”, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los síntomas de la adicción al alcohol son:
-Ansiedad por beber
-Pérdida del control.
-Incapacidad para parar de beber.
-Fiebre, sudoraciones o temblores cuando se deja de tomarlo
-Necesidad de beber cada vez mayores cantidades de alcohol.
Las causas del alcoholismo
No existe una causa común, sino que existen varios factores que son los siguientes:
– Una persona con una madre o un padre alcohólico tiene más probabilidad de adquirir esta enfermedad.
-Conflicto en relaciones interpersonales
-La persona recurre al alcohol, para aliviar la ansiedad o depresión.
-Baja autoestima.
Las consecuencias del alcoholismo
El alcoholismo es una enfermedad degenerativa y progresiva que origina daños en la salud y en la vida social. El consumo de alcohol se asocia con una serie de riesgos graves ya en el corto plazo, como accidentes de tráfico, ahogamientos, caídas, la intoxicación aguda, los comportamientos violentos, abortos espontáneos, etc.
Los riesgos en el largo plazo son: enfermedad hepática, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, problemas digestivos, cáncer de mama, depresión, problemas familiares, problemas en el hígado, estrés, baja autoestima, alcoholismo, etc.
Los profesionales de Sinopsis centro de adicciones explican que el alcohol afecta a la memoria, ya que produce la aparición de los vacíos mentales. Además, el alcohol es responsable de muchas muertes prematuras y de 8 cánceres como el cáncer de mama, boca, garganta, esófago, hígado, páncreas, colon y recto.
En Europa en el año 2017, los 23.000 nuevos casos de cáncer fueron a causa del consumo de esta bebida, de los que casi la mitad de ellos eran cáncer de mama.
¿Se puede prevenir el alcoholismo?
La prevención de esta enfermedad debe empezar desde la adolescencia, es aconsejable que el adolescente no beba alcohol antes de los 18 años. Los padres no pueden consumir alcohol con frecuencia delante de ellos, ni tampoco hablar de cuánto bebían de jóvenes. También es importante informar al adolescente de las consecuencias que tiene el alcohol en la salud.
¿En qué consiste el tratamiento del alcoholismo?
Para el diagnóstico, el especialista realizará una historia clínica completa y pruebas analíticas para evaluar el estado físico del paciente. Una persona es alcohólica cuando no es capaz de evitar beber, por lo que deberá acudir a un profesional para que le ayude. Es muy importante que el paciente reconozca la adicción.
Para tratar el síndrome de abstinencia, puede ser necesario el ingreso hospitalario. Los especialistas que te ayudarán con esta adicción son psiquiatras y psicólogos. También es fundamental la ayuda y colaboración de los familiares. Si no puedes parar de beber alcohol y tienes problemas en las relaciones sociales, se recomienda buscar ayuda profesional.
