El abandono de mascotas ya es un problema social

La sociedad presenta un problema de primera magnitud si las diferentes familias y personas que la componen abandonan a aquellos seres que más cariño les han proporcionado y les proporcionan en el presente. Hay que ser realmente desalmado ya no solo para no valorar el cariño que otros u otras nos dan, sino para rechazarlo de una manera tan abierta que optemos por abandonar a su suerte a alguien que nos ha querido tanto sin importar qué recibiera a cambio. Es como para perder la fe en el ser humano.

En otras palabras, hay que ser desalmado como para abandonar a un animal que ha sido nuestra mascota, que nos ha proporcionado todo su cariño de manera desinteresada y que a cambio recibe la expulsión de nuestra vivienda y de nuestra vida en general. Siempre que hablamos de este tema parece que no va con nosotros, que son otros los que hacen este tipo de actos. Pero no cabe la menor duda de que esto también va con nosotros. Los datos relativos al abandono de mascotas en España así nos lo hacen saber.

Hace no mucho tiempo era el diario ABC el que denunciaba este tipo de abandonos, poniéndole una cifra al número de mascotas que cada año son expulsadas de la casa de sus dueños. En concreto, eran 138.000 las mascotas que se encontraban en esta situación, siendo los perros y los gatos los más perjudicados a este respecto. Como veis, no son solo 4 las personas que abandonan a su animal en el interior de nuestras fronteras. Este es un problema social de primera magnitud contra el que las instituciones públicas deberían actuar más pronto que tarde.

También solemos pensar otra cosa que es errónea en lo que tiene que ver con el abandono de animales en España. Creemos que la mayoría de ellos son abandonado durante los meses del verano a causa de que las familias se van de vacaciones y no tienen con quién dejar a sus mascotas. Pero no. Según apunta un artículo del diario El País, el número de abandonos está repartido durante todo el año. Así que es hora de reconocer que el problema es un asunto social mucho más grande del que nos pensábamos y no echarle la culpa, como siempre solemos hacer, a las dichosas vacaciones.

El abandono de animales, y especialmente de perros, es un problema social contra el que tenemos que poner todos los medios a nuestro alcance. 138.000 mascotas abandonadas cada año en España es un dato demasiado difícil de explicar y que no habla bien de los españoles y españolas. Hemos charlado del asunto con los responsables de la Residencia Canina Carpe Diem, dedicada al cuidado de perros domésticos, que nos han comentado que la creación de este tipo de instituciones puede ser muy importante para luchar y prevenir el abandono canino y de más animales en el interior de nuestras fronteras.

La caza, un peligro

Hemos dicho anteriormente que el abandono de animales es algo que está repartido a lo largo de todo el año. Sin embargo, es cierto reconocer que hay un momento que los defensores y amantes de los animales tememos por encima del resto, y es el final de la temporada de caza. No es un secreto que hay miles y miles de perros que son abandonados a su suerte en este momento. Poner multas y condenas a quienes provocan este tipo de situaciones es algo que la sociedad necesita y que todos agradeceríamos.

Por suerte, creemos que la sociedad se está empezando a concienciar al menos en parte durante los últimos años. Estamos empezando a ver cómo los medios de comunicación han denunciado de manera pública tanto abandonos como abusos por parte de los dueños de perros. Seguir trabajando en esa materia es fundamental para que este tipo de situaciones no se den y España siga siendo el país de Europa en el que más animales de abandonan a lo largo del año.

Todavía hay mucho en lo que trabajar para paliar todos esos datos, pero estamos convencidos de que la cosa solo puede ir a mejor. Las cifras que nos han ido llegando en los últimos años han sido cuanto menos preocupantes y es la hora de darle la vuelta a la tortilla. La sociedad tiene esa deuda con los animales y con las mascotas. Y es que, tal y como apuntábamos al principio, abandonar a quien nos ha querido y a quien hubiese dado su vida por nosotros es un acto que solo un desalmado podría concebir. Tenemos que eliminar de raíz cualquier tipo de comportamiento que se asemeje a eso. De lo contrario, nuestra imagen como país en el extranjero seguirá siendo horrible.

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